¡Hola! Hoy nada más levantarme me he acordado de que hoy es 15 de Julio. Y de cómo el año pasado estaba que me subía por las paredes.
Recuerdo que el 7, justo el día de mi cumple, fue la premiere en Londres y de cómo no me pensaba mover del ordenador hasta que, como mínimo, no viese a Em llagar.
En esos momentos, cuando me estaba cambiando de ropa para salir a dar una vuelta con mis hermanos y mi padre, mi hermana, que no es Potterhead, nada más escuchar el nombre de Daniel, vino echando leches a mi cuarto para contemplar en el portátil cómo Dan llegaba a Trafalgar Square. 

Desde ese día hasta el día 15, estuve totalmente soñando cómo sería la película, que parte me gustaría más, si lloraría con las muertes de Lupin, Tonks... pero por la que más me preocupaba llorar era por la de Freddy y sobre todo, porque tendría que hacerme a la idea de que ya no habría más pelis de Harry Potter. 

Estando en la sala de cine, cuando ya había visto la película y permanecía sentada en la butaca viendo cómo pasaban los créditos, acompañada de una angustia tremenda en la garganta, me pasó por la mente todo, absolutamente todas, todas las cosas que había disfrutado con el pequeño mago y sus amigos. Cómo lloré leyendo los libros, cómo flipé cuando mi padre me compró 'Los tesoros de Harry Potter'... Pero en el fondo sabía, que aunque no fuese a haber más películas, siempre tendría las otras 7, los 7 maravillosos libros y toda mi ilusión. 

 Por eso digo y siempre diré: Always Potterhead.

Puede que os aburra leer este post pero quería decir que para mí, Harry Potter ha sido, es y será mucho más que once letras.